ORLANDO VIERA-BLANCO | EL UNIVERSAL
Cualquier análisis que hagamos sobre un actor de poder y sus circunstancias, tiene que comportar la premisa básica de no subestimar sus cualidades. En "El príncipe", Maquiavelo nos plantea como un hombre debe actuar para concebir el poder. Entre sus planteamientos hay algunos que desde un enfoque ético y moral no son aceptables. Sin embargo no pierden vigencia cuando "el principado" atraviesa momentos de debilidad y abyección, donde con la guerra se restaura el orden y la traición, es el medio para lograr el fin: el poder. CLIC AQUI para seguir leyendo...
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