NELSON BOCARANDA SARDI | EL UNIVERSAL
ALTO
"BÁJENLE DOS". La orden vino de arriba. Como en el caso de la niñera armada del socialista de las colitas de Pdvsa, Elías Jaua. Silencio mediático. El cuestionario de la ONU a Venezuela sobre DDHH estuvo muy bien documentado. Las respuestas de los delegados rojos fueron insuficientes, propagandísticas, repetitivas y ausentes de la realidad demostrada con hechos, documentos, fotos y actuaciones en tribunales. La represión en las manifestaciones con más de 300 detenidos, las violaciones sexuales a mujeres detenidas que incluyeron sexo oral y anal, y el caso de la mujer GN que golpeó salvajemente a Marvinia Jiménez y sigue libre fueron parte de las interrogantes sin respuesta. La impunidad en más de 9.000 casos de tortura documentados. Sobre presos políticos las interrogantes comenzaron con el caso de la jueza Afiuni para demostrar que no hay independencia de poderes pero sí persecución a jueces honestos. Allí añadieron, con minucia explicativa, los casos de López, Scarano, Ceballos y Lucchese. Un tema caliente como el de los colectivos enfrentó a la delegación oficial al preguntárseles si preveían su desmantelamiento y prohibición. El hacinamiento en las cárceles comprobado en promedio de 251%. Quizás por eso bajaron del avión, horas antes del viaje, a la ministra Iris Varela. Se quedó con las ganas de presentar su "único e ingenioso" plan de otorgar libertad a delincuentes que aprendan 4 idiomas en la cárcel. Las interrogantes de la ONU sobre militarización fueron contundentes: "¿Está Venezuela en un estado de excepción o de emergencia que les imponga utilizar el ejército y milicias bolivarianas para establecer la ley? ¿No les basta con las Policía?". Papelón rojito... CLIC AQUI para seguir leyendo...
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