FRANCISCO OLIVARES | EL UNIVERSAL
Cuando se viaja por las carreteras del país lo que más sobresale es la cantidad de propaganda desplegada por las carreteras con imágenes de Nicolás Maduro, de Hugo Chávez y los respectivos gobernadores y alcaldes rojos, según la región por la que se transita. Tales iconos se despliegan sin pudor sobre los escombros de obras que nunca culminan, a un lado de las estrechas vías construidas hace 30 años, que llenas de huecos, basura acumulada y polvo, contrastan con los mensajes de la patria nueva, de independencias heroicas y hasta del segundo libertador. Un Chávez joven y sonriente, siempre apuntando su dedo hacia el infinito indica un futuro imaginario que nunca llegó. A su lado no falta Maduro esgrimiendo la sentencia que lo certifica como legítimo heredero. ¿Heredero de qué? Ver Artículo Completo ...