HERMANN PETZOLD RODRÍGUEZ | EL UNIVERSAL
Esta semana ha significado un nuevo aliento de esperanza y alegría para Latinoamérica durante la visita a Brasil del Papa Francisco. Apenas llegar a Río de Janeiro dio unos gestos bastante claros de simpatía al preferir un carro pequeño, sencillo y de marca italiana, a otro de origen posiblemente alemán y de lujo. Creo que además de ser un gesto de sencillez, también trató de acercarse a los jóvenes con este carro, más del target de los asistentes a la JMJ, que de una persona mayor, que requiere igualmente mayor comodidad, y que posiblemente lo suplantó por un pequeño sacrificio y empatía con sus anfitriones. Ver Artículo Completo ...