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domingo, 12 de febrero de 2017

La culpa es de Chuo. Por Luis Vicente León


Por Luis Vicente León | El Universal

Hace años, trabajando con un colega del Boston Consulting Group, me contó una experiencia que habían tenido en Colombia, estudiando el sector de calzado. A lo largo de las entrevistas que realizaron a expertos de toda la cadena, buscando entender los bloqueadores que impedían su crecimiento, los involucrados tenían siempre un culpable externo que explicaba su incapacidad de desarrollo. Los productores finales decían que era imposible desarrollarse con los precios y calidad del cuero colombiano procesado, muy lejano al internacional. Por su parte, las tenerías sentían que el problema tenía que ver con las condiciones en las que recibían el cuero crudo, que terminaba siendo malo y caro. Los proveedores de cuero decían que no era posible tener un material de primera calidad tomando en cuenta que las fincas entregaban las vacas maltratadas. Finalmente, los finqueros respondían que las vacas, por sí mismas, se ubicaban a pleno sol y se pegaban contra los alambres de púas, paredes y árboles, deteriorando su piel. El resultado final era obvio: “la industria de zapatos de Colombia no era competitiva… por culpa de las vacas”. CLIC AQUI para seguir leyendo...


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