A lo largo de Estados Unidos, algunos inmigrantes no autorizados están dejando de llevar a sus hijos a la escuela. Otros han suspendido sus visitas a la biblioteca después del colegio. Han renunciado a sus salidas por café y a las cenas familiares en restaurantes los fines de semana.
Ray Sánchez / CNN
Algunos no atienden a la puerta. Están cubriendo las ventanas con sábanas y ya no entran a las redes sociales. Padres nerviosos y sus hijos intercambian constantes mensajes de texto y llamadas telefónicas. CLIC AQUI para seguir leyendo...
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