Fernando Ochoa Antich / El Nacional
La política exterior de un Estado debe ser diseñada y ejecutada después de una serena y objetiva valoración de sus intereses nacionales. Diseñar dicha política de acuerdo con una particular visión ideológica o tratando de satisfacer los intereses particulares de un líder puede conducir a graves y delicadas consecuencias. Eso ocurrió con la política exterior de la Revolución Cubana y puede terminar siendo la tragedia venezolana. Fidel Castro no tuvo la suficiente sensatez para entender las circunstancias geopolíticas de Cuba como resultado de su ubicación en el hemisferio occidental. Su primer gran fracaso, la crisis de los misiles en octubre de 1962. Jrushchov ni siquiera lo tomó en cuenta al momento de decidir retirarlos. Su segundo fracaso, la exportación de la revolución a la América Latina. Derrotas y más derrotas. Luego, tuvo que convertirse en un pequeño peón para las aventuras soviéticas en África. Era el costo del subsidio económico. Después de la caída del Muro de Berlín, años de hambre y tragedia para el pueblo cubano… CLIC AQUI para seguir leyendo...
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