No existe forma de resolver el problema venezolano sin contar con, al menos, un político puro, capaz de enamorar a la población para que confíe en él, aunque su tarea luzca inalcanzable...
LUIS VICENTE LEÓN
Un político puro no es una persona éticamente irreprochable, ni tiene porque serlo. En efecto es insuficiente o mezquino juzgar éticamente a un político: hay que juzgarlo políticamente. En su naturaleza conviven algunas cualidades que en abstracto suelen considerarse virtudes con otras que en abstracto suelen considerarse defectos, pero que son consustanciales con las otras. Enumero algunas virtudes: la inteligencia natural, el coraje, la serenidad, la garra, la astucia, la resistencia, la sanidad de los instintos, la capacidad de conciliar lo inconciliable. CLIC AQUI para seguir leyendo...
Recibe nuestras actualizaciones por E-Mail. SUSCRÍBETE GRATIS AQUI
| Twittear |
