ROBERTO GIUSTI | EL UNIVERSAL
Bajo la premisa de que el hambre no espera, los esfuerzos que desde distintos frentes se hacen para lograr el establecimiento de un diálogo entre Gobierno y oposición lucen extemporáneos y desfasados de la realidad. Los saqueos y las consiguiente violencia que estos generan en todo el país se desarrollan con una dinámica tan endiablada que las discusiones en los foros internacionales y la controversia, planteada por burócratas de distinto pelaje y la barriga llena, se muestran como meros ejercicios retóricos que no conducen a saciar, en lo inmediato, la demanda insatisfecha de los tres golpes diarios que se le niega a la aplastante mayoría de los venezolanos. CLIC AQUI para seguir leyendo...
Recibe nuestras actualizaciones por E-Mail. SUSCRÍBETE GRATIS AQUI
Twittear |