EDUARDO SEMTEI ALVARADO / EL NACIONAL
Primera: el terrorismo es una práctica inhumana. Es una aberración social. Es un crimen insensato. Va contra la humanidad. Solo persigue la muerte, el miedo, la intranquilidad, el desasosiego. No es un asunto militar, de un ejército contra otro, es la matanza indiscriminada de inocentes. No le importa para nada la vida humana. Ni de los niños. Ni de las mujeres. Ni de ancianos. Todos son objetivos. El terrorismo no construye. No edifica. No ejemplifica. El terrorismo luce más criminal que el nazismo. Tiene métodos más crueles. El nazismo fue derrotado. La humanidad democrática concentró todo su esfuerzo en liquidarlo. En desaparecerlo de la faz de la tierra. Todo el poder bélico posible se alineó en una sola dirección. Derrotar al nazismo a como diera lugar. El pensamiento nazi también invadió el gobierno japonés. Las fuerzas aliadas decidieron igualmente derrotar aplastantemente al ejército nipón. Su derrota era inminente pero en un largo tiempo. Quizás 2 o 3 años luego de la rendición de la Alemania nazi. Dicen los entendidos en materia militar que durante tal tiempo morirían unos 250.000 soldados americanos. Había que detener la guerra. No sirvieron peticiones ni amenazas. Estados Unidos detonó 2 bombas atómicas. La guerra se acabó. Rendición incondicional del Japón. CLIC AQUI para seguir leyendo...
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