Darwin Chávez / Biendateado
LA JUEZA Y LA LLAMADA. Luego de anunciada la sentencia por casi 14 años de cárcel contra Leopoldo López por parte de la jueza Susana Barreiros, comenzaron a filtrarse los detalles del proceso final que conllevó a esa decisión. Las instrucciones iniciales de Diosdado Cabello era darle una condena leve y colocarlo bajo presentación o con el beneficio de casa por cárcel con férreas limitaciones para evitar que hiciera actividades políticas. Luego el guion cambió. Llegaron amenazas por distintas vías para que la condena fuera mucho mayor. El día del juicio se filtró por redes sociales la supuesta condena: 5 años y casa por cárcel. Llegó una llamada desde el Palacio de Miraflores. Fue una conversación de mujer a mujer. Una ordenó y amenazó y la otra alegó los peligros de lo pedido. De nada sirvieron los alegatos. Al cerrar la llamada hubo preocupación y se hicieron las correcciones para la condena final. Esta fue una maniobra doble por cuanto profundizan el esfuerzo por aniquilar a Leopoldo López, pero además se cobran viejas facturas de la lucha de poderes en la cúpula del PSUV ¿Se estarán cobrando aquella reunión con Thomas Shannon en Haití? Fíjense cuántos días tardó Diosdado en hablar del tema: casi una semana después de la sentencia. Lo “conminaron” a hacerlo porque él no está de acuerdo con la decisión y se negaba a defender algo que no compartía y que además violaba un acuerdo de palabra. En el entorno familiar de la jueza hay mucha preocupación por las consecuencias de ese juicio. Por eso el rumor que la van a sacar para un cargo diplomático en el exterior. Hasta en el juicio de Leopoldo López hay evidencias claras de las diferencias de criterio que abundan en el cogollo rojo. CLIC AQUI para seguir leyendo...
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