Por ahora, la racionalidad prevaleció y la decisión absurda fue revertida, lo cual celebro
LUIS VICENTE LEÓN | EL UNIVERSAL
Qué podía justificar la estrategia oficial de concentrar la distribución de productos esenciales en un pequeño grupo de establecimientos públicos, que obviamente no tienen la capacidad para atender la gentamentazón que tendría que pararse frente a ellos para comprar alimentos esenciales? Lo más probable es que haya múltiples razones, que incluyen el populismo político y la corrupción. Pero si tuviera que apostar, diría que el motivador principal se encontraba en que los hacedores de política pública de gobiernos controladores suelen creer que los problemas se deben a que no están controlando ni suficiente ni bien. La solución para ellos está en profundizar el control, sin darse cuenta que es precisamente ese control extremo la causa de la crisis. Como planteaba el profesor Ludwig von Mises, los gobiernos intervencionistas comienzan con controles puntuales que desequilibran la economía y entonces profundizan el control para tapar el desequilibrio causado por el control anterior y luego deben controlar más para tapar las nuevas distorsiones de su último control, y luego más y más controles, hasta que el sistema colapsa, sin que el controlador entienda nunca que fue su estrategia controladora la que todo destruyó. CLIC AQUI para seguir leyendo...
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