No fue enfático, dramático, heroico, ni “echao palante” Maduro en su declaración del martes de que, “quien se mete con Diosdado se mete conmigo”, y, mucho menos, en su llamado a realizar una campaña nacional e internacional en defensa del segundo hombre de la revolución.
Manuel Malaver / La Razón / ND
Todo lo contrario, el desgano, la abulia, la indolencia, le brotaban por los cuatro costados, como para dejar fluir lo que realmente cruzaba por su mente: “Tú te metiste en tu tremedal y a ver cómo te salvas”. No se atrevió a gastar un bostezo que, igualmente, hacía parte de aquella escena tantas veces repetida, tantas veces actuada y tantas veces aburrida en 16 años de revolución, pero es que, ya hasta los bostezos escasean en la Venezuela del “NO HAY” y la bravata acabó como había empezado: con un entusiasmo helado CLIC AQUI para seguir leyendo...
Recibe nuestras actualizaciones por E-Mail. SUSCRÍBETE GRATIS AQUI
Twittear |