NELSON BOCARANDA SARDI | EL UNIVERSAL
ALTO
MÉXICO, CHILE Y COLOMBIA: Tres países que junto con Costa Rica tal vez sean las naciones más estrechamente vinculadas en lo que ha sido el flujo y reflujo de líderes comprometidos con la formación y consolidación de la democracia en el siglo XX en nuestro país. Sin embargo, Nicolás Maduro destruyendo toda formalidad diplomática, ignorando todo respeto por la dignidad de expresidentes de naciones amigas y eximiéndose de la sindéresis que toda jefatura de Estado debe mostrar, soltó el veneno que le dio la vuelta al continente: "...Le quiero decir a Calderón, Piñera y Pastrana que pueden entrar a Venezuela, pero les debe quedar claro que vienen a apoyar a un grupo de la extrema derecha que desconoce al Gobierno y que está llamando a un golpe de Estado. Ustedes serán responsables de un baño de sangre en Venezuela si estos grupos de ultraderecha llegaran a activarse. Ustedes deberían estar preocupados por la crisis de sus países y no meter sus narices nauseabundas en Venezuela (...) Desde ya les damos la bienvenida y desde ya el pueblo los repudia, los rechaza. Se convirtieron en un club de presidentes vagos, que no tienen nada que hacer, y ahora les pagan con dinero sucio para que vengan a apoyar un golpe de Estado...". ¿Qué dirán los actuales presidentes Enrique Peña Nieto, Juan Manuel Santos y la señora Michelle Bachelet? En el encuentro y entrevistas con ellos, se les reiteró el respeto y admiración por lo que lograron para sus pueblos. Casualmente el domingo aparecieron cifras en Chile de disminución del nivel de pobreza gracias a políticas implementadas por Piñera. Interesante resultó saber que los gobiernos de Chile y México pidieron a sus embajadas en Caracas atender y cooperar con los expresidentes.
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