Mientras la indolencia duerme, en las calles arrulla la bala y en el hospital el suelo es camilla
CARLA ANGOLA RODRÍGUEZ | EL UNIVERSAL
La fiscal puede ir de shopping a Alemania porque aquí cualquiera sentencia. De la víctima se sospecha y al asesino se le condecora. El poderoso nació absuelto y el disidente reo. El pueblo autoriza una vez y la licencia es vitalicia para la arbitrariedad. El Gobierno baila sobre el dolor, manda de vacaciones al luto, pone barricadas a la probidad y lanza gas al albedrío. Incluso los Estados de Excepción legales, exigen preservar el derecho a la vida, el debido proceso y el derecho a la información. Una vez hubo ley, ahora ellos son la ley. Pobre pueblo cuyo clamor es piltrafa y cuya queja es infracción. Lea el Artículo Completo AQUI ...
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