JOSÉ DOMINGO BLANCO (MINGO) | EL UNIVERSAL
Un mes de protestas: treinta días de enfrentamientos continuos y, en algunos casos, contundentes, cuyo saldo nos llena de dolor. Muertes, detenciones, torturas ordenadas por quienes nos gobiernan. Delitos que, confiamos, no sólo los condene la justicia divina. Llevamos un mes asqueados ante el sadismo exacerbado que brota de las entrañas de los encargados de imponer el orden –a punta de represión, bombas lacrimógenas, culatazos, perdigonazos y disparos a mansalva– quienes han dado rienda suelta a sus perversiones para saciarlas arremetiendo contra los estudiantes/manifestantes cuyas únicas armas han sido sus ideales. Lea el Artículo Completo AQUI ...
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