Fausto Masó / El Nacional
Cuenta la leyenda que después de infligirle tormentos atroces a su víctima el inquisidor la abraza para que sufra la peor tortura, la de la esperanza, para sugerirle que confíe en su piedad. Así ha ocurrido con Simonovis durante largas semanas, incluso ahora mismo cuando Maduro rechaza liberarlo, deja una puerta entreabierta a la posibilidad de que el Poder Judicial, ¿¡independiente!? decrete su libertad; es decir que en un futuro ordene a los jueces dictar una medida humanitaria, cuando han pasado largos meses sin que la orden saliera de Miraflores. Esta burla define al gobierno. Lea el Artículo Completo AQUI ...
