FERNANDO OCHOA ANTICH | EL UNIVERSAL
Escuchar a Nicolás Maduro, en su mensaje anual a la nación, me produjo varias percepciones totalmente contradictorias. La primera, fue darme cuenta del cinismo de sus palabras: miente con tal desparpajo que lo hace ver seguro de sí mismo; la segunda, captar, como nunca, el elevado grado de debilidad de su gobierno; la tercera, comprender su absoluta dependencia de la logia militar del 4 de Febrero. Estas contradicciones no son fáciles de explicar. Si se analiza el proceso político a partir de la muerte de Hugo Chávez, las preguntas se multiplican de manera infinita. ¿Es posible que un liderazgo tan débil como el de Maduro logre imponerse a grupos políticos y militares cohesionados desde hace muchos años? ¿Cómo es posible que eso haya ocurrido? ¿Se originó exclusivamente por el liderazgo de Hugo Chávez? Lea Más Detalles AQUI ...