THAYS PEÑALVER | EL UNIVERSAL
Dos cosas importantes ocurrieron la semana pasada. El comienzo planificado del fin del comunismo chino, con las mayores reformas desde Deng Xiaoping (Xinhua) y el comienzo en pleno despelote del fin de la Revolución Bolivariana. Nicolás huye hacia delante en busca de "su Cuba", en la que fue feliz y en la que le pareció que la gente comía mejor que en muchos barrios de Caracas (1987). Nicolás quedó maravillado con los atletas cubanos que en las olimpiadas demostraban que superaban a toda Latinoamérica junta. De allí el que "nadie se equivoque con él", porque "habilitado", con sus "Comunas" y "Comités" de defensa de la revolución perseguirá su sueño, que se le devolverá cual boomerang en forma de pesadilla. Lea el Artículo Completo AQUI ...