FUENTE: Panorama
El techo de una casa fue su trampolín al estrellato. En ese trono, Gaby, segura de sus movimientos sensuales, se apoderó de la mirada de un grupo de 150 universitarios. Su primer escenario, carente de luces de neón y del sonido profesional de la música electrónica, no era suficiente. Tampoco lo eran sus espectadores en ese momento. Lea el Reportaje Completo AQUI ...