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domingo, 29 de septiembre de 2013

Opinión: La joya de la corona. Por Fausto Masó


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Fausto Masó / El Nacional

Con tantas cosas que pasan se olvidan las elecciones de diciembre, entre la tonelada de cocaína, la vuelta de Nicolás de China, su renuncia a hablarle al mundo desde las Naciones Unidas; el 8 de diciembre se torna borroso cuando en cada esquina oímos decir que se acerca el fin del mundo y olvidamos que al alcance de la mano está la joya de la corona. ¡La Alcaldía de Libertador! Si Maduro pierde el oeste de Caracas, no valdrá una locha partida por la mitad. Nada le ocultará al país lo que están descubriendo los propios chavistas: Maduro está usurpando el trono del dios, del comandante eterno, del hermano de Bolívar, del primo de Jesucristo; en sus manos la revolución se desinfló. ¡Perdió Libertador!, exclamarán los chavistas, mientras andan de un lado a otro buscando un panetón, porque los pocos que hubiere desaparecerán en un segundo como ocurre ahora con los rollos de papel higiénico. Miles de chavistas desalentados no habrán salido de sus casas el día de las elecciones porque culpan a Maduro de los errores que fueron del propio Chávez. Maduro pagará la cuenta del difunto hasta el último centavo por no enterrar el legado de Chávez, tan bien descrito por José Guerra. Lea el Artículo Completo AQUI ...