
FUENTE: ABC.es
Hace unos años fui al teatro con unos amigos. Mi esposo llegó tarde y un poco borracho, pues había pasado la tarde tomando vino en la fiesta de Navidad de la oficina. Por suerte, la obra que estábamos viendo era una comedia, pero él se rio tanto que hasta al elenco le sorprendió su entusiasmo. Durante el intervalo le compré café para desembriagarlo antes del segundo acto. Para cuando bajó el telón final ya estaba más callado. Pero, ¿es correcto pensar que fue el café lo que le devolvió la sobriedad? Ver Más Detalles ...