Por José Domingo Blanco / El Nacional
¿La gente del gobierno se enfermará alguna vez? Me refiero a dolencias más serias que una otitis o un resfriadito común, de esos que se curan con infusiones preparadas con la “planta de acetaminofén” (sic) –como sugirió la candidata a diputada del PSUV–. ¿Sabrá la gente del gobierno lo que es tener que peregrinar de farmacia en farmacia buscando medicamentos? Y cuando tienen alguna molestia ¿adónde van? ¿Al Domingo Luciani, a los Magallanes de Catia o al Clínico Universitario? ¿Dónde nacen los hijos de los funcionarios oficialistas: en la Concepción Palacios o en el Materno Infantil de Caricuao? ¿Sufrirá la gente del gobierno la angustia que viven los padres con hijos diabéticos o con cáncer? ¿Se les habrán acabado las pastillas con las que se controlan la hipertensión? ¿Quién de ellos necesitará diálisis o tratamiento contra el VIH o quimioterapia o resonancias magnéticas? ¿Quién fue el primero de los miembros del gobierno en registrarse en el Siamed para garantizarse el tratamiento? ¿Hay en las listas de espera –por cama o por intervenciones– el nombre de algún notable prócer oficialista? ¿Puede la cúpula chavista-cubano-madurista dormir en paz –a pierna suelta– sabiendo que cada día, condenan a muerte a centenares de venezolanos, por falta medicamentos e insumos? CLIC AQUI para seguir leyendo...
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